Una buena opción para evitar que las persianas se llenen de pintadas no deseadas y de firmas es decorarla con un graffiti profesional. Así también las tiendas se hacen publicidad sobre su negocio mientras están cerradas. Los graffiteros no suelen pintar encima de una pared decorada con pintura de spray porque las respetan, de esta forma el comerciante sabe que una vez se decore con un graffiti la persiana, ya nunca más tendrá que volverla a pintar de nuevo.